Echando la vista atrás, podemos decir que 2014 fue un buen año de películas. Como
siempre en estos recopilatorios, empleamos los Oscars como excusa para hablar de las películas que más nos han
gustado entre las nominadas. No es cuestión de echar espuma por la boca al
maldecir los criterios de la Academia para nominar u otorgar el premio final. Y
lo digo después de pasar un año toledano post-Frozen. Never forget.
Nightcrawler (D. Gilroy)
1 nominación: Mejor guión original
Hay veces en que el llanto
sordo de los estudiantes en Comunicación Audiovisual o Periodismo en paro y sin
expectativas de cambio suele silenciarse desde las instituciones y sectores neocon con nerviosos ademanes y un par
de palabras: móntate tu propia empresa.
Muchas y muchos son seducidos por el continuo discurso emprendedurista, aquél
que convierte la sangrante cuota de autónomo en una suscripción a la marca de
moda: Freelance. Nightcrawler capta la crudeza del entorno laboral actual y la
impotencia de generaciones y generaciones de jóvenes al borde de la
desesperación. En una época en la que abrir un blog permite ser el CEO de una
empresa de “entre y 1-10 trabajadores”; o en la que para encontrar un trabajo
nos dedicamos a emitir ruido por cada uno de los poros de nuestra piel (es
decir, por cada uno de los perfiles personales en cada una de las redes
sociales habidas y por haber) cada vez más alto, Nightcrawler sirve como aviso de las situaciones extremas en las
que tantos se ven obligados a despojarse de su dignidad en pos de una carrera
incierta en unos medios sin escrúpulos. Una película para proyectar el primer
día en las facultades de Ciencia de la Comunicación.
La Lego película (P. Lord y C. Miller, Warner
Animation Group)
1 nominación: Mejor canción original
Pese a la potencia de los
nominados a Mejor película de animación de este año –destacamos aquí los
deliciosos guiños al anime en Big Hero 6
(D. Hall y C. Williams, Disney, 2014)-, la noticia ha estado los que no lo
están. La sonada ausencia de La Lego
película entre las nominadas a mejor película de animación ha quedado
parcialmente enmendada con la nominación a Mejor canción original de su theme song, Everything is Awesome. El tema es protagonista en la memorable secuencia inicial,
una de las mejores denuncias a la alienación de la vida urbana contemporánea. De
nuevo otra muestra más de que la animación, con todos sus excesos formales, no
está para nada reñida con el comentario crítico de la sociedad actual.
Guardianes de la galaxia (J. Gunn)
2 nominaciones: Mejores efectos visuales y Mejor maquillaje y peluquería
He de confesar que no me he
sentido demasiado atraído a la fiebre Marvel. Películas como la también
nominada X-Men: Days of the Future Past
(B. Singer), bien pero blanda y blanca, presentan un perfil demasiado
industrial como para justificar el hype
entorno al filón de las adaptaciones del cómic americano. No ha sido el caso de
Guardianes de la galaxia, que si ya
conquista con uno de los
mejores trailers recientes, demuestra que el humor tiene cabida. Podemos
atribuir buena parte de ello a la figura de James Gunn, que, como Sam Raimi, es uno de los
nuestros: un cachondo del cine. No olvidemos jamás su colaboración con Suda51
en Lollipop Chainshaw (Grasshopper
Manufacture, 2012). Gamberro con criterio, con Howard the Duck, sin tanta épica ni tanta historia.
Birdman (A. González-Iñárritu)
9 nominaciones: Mejor película, Mejor director, Mejor guión original, Mejor actor, Mejor actor de reparto (E. Norton), Mejor actriz de reparto (E. Stone), Mejor fotografía (E. Lubezki), Mejor edición de sonido, Mejor mezcla de sonido.
Mi favorita para el Oscar a Mejor película (mi salud me impide ver cualquier cosa que haga Linklater). Y lo merece sin duda por sus más visibles activos: la virtuosa fotografía, el potente guión (aunque más dolçet que nunca esta vez, Iñárritu, ¡viva!) y lo bien que cae Michael Keaton. Pero es que, además, si me tocas el corazonzito con esos paseos por Broadway y Times Square, sitios que guardo como feliz memoria de mi breve paso por NY, pues ya me tienes ganado.
Kaguya-hime no Monogatari (I.
Takahata, Studio Ghibli)
1 nominación: Mejor película de animación
Se hizo esperar 14 años, pero
al fin llegó la nueva película de Isao Takahata, el otro gigante del Studio
Ghibli, y autor de dos de mis películas de referencia de la prestigiosa casa de
animación japonesa: Recuerdos del ayer
(Omohide Poro Poro, 1991) y por
supuesto La tumba de las luciérnagas
(Hotaru no Haka, 1988). Adaptación de
un cuento clásico del folklore japonés del s. X, la prodigiosa animación, no
encorsetada aquí en el estilo estándar de la Toei, es el vehículo perfecto para
contar la historia de otra heroína rebelde, asfixiada aquí por el patriarcado feudalista japonés. Sin haber visto la multipremiada Song of the Sea (T. Moore, Cartoon Saloon), la otra gran favorita
al galardón a mejor animación, nuestros deseos están con Kaguya-hime.
por Carlos P. Llop (@carlospllop)
por Carlos P. Llop (@carlospllop)
Pues si,
ALL, otro año más llega la más grande, la madre de todas las alfombras rojas. Show y lujo por todo lo alto y como cada vez que llega la curiosidad invade mi ser... ¿La
cambiarán cada año? ¿La llevarán al tinte? ¿La lavarán con Perlán? Aquí apunto algunas de las pelis que
más me han gustado y también, por qué no, qué es lo que más me ha
decepcionado en este año cinéfilo de entre lo que Hollywood se place en nominar.
El
Gran Hotel Budapest (Wes Anderson)
9 nominaciones: Mejor película, Mejor director, Mejor guión
original, Mejor montaje, Mejor fotografía, Mejor banda sonora, Mejor dirección
artística, Mejor vestuario, Mejor maquillaje.
Lejos queda
ya el estreno del último film de Wes Anderson. Podría haber sido la gran
olvidada, por aquello de que muchos apuran el estreno para tenerlo reciente en
la gala y El Gran hotel Budapest incluso tuve ya tiempo de regalarla en bluray las pasadas navidades. Pero nada de eso, ahí está y
aspirando a tantas estatuillas como Birdman!
A veces la Academia sorprende tú…
Wes Anderson
lleva ya unos cuantos proyectos interesantes a sus espaldas y es quizá uno de
los autores que más me entusiasman en los últimos tiempos. Con mucha personalidad,
un toque de humor muy propio y unas historias que parecen ir superándose con
los años. Recordemos la magnífica Moonrise
Kingdom (2012) que ya pudo haber recogido el Oscar al Mejor guión original
de no haberse topado con Tarantino, otro grande, que se lo llevó con “Django
Unchained”, gran película con una buena historia, de la que seguramente no
tuvieron en cuenta sus 30 horrendos minutos finales para otorgarle una
estatuilla a mejor guión que, por otro lado, también venía mereciendo por
trayectoria el tío Quentin.
Quizá en
esta ocasión le toque… o por merecer, a Anderson ya podrían darle el premio
gordo a Mejor director tranquilamente, aunque este año lo
tiene difícil con Birdman y un Iñárritu que, excepto con la floja “Babel”, lo
viene petando en todo.
Aprovecho
su papel muy secundario en esta peli para mostrar abiertamente mi indignación y sorpresa por la
ausencia de Bill Murray entre los nominados a Mejor actor por ST. Vincent. Pero ya se sabe... no digo más que como dice ALL no es cuestión de blasfemar.
Birdman (A. González-Iñárritu)
9 nominaciones: Mejor película, Mejor director, Mejor guión
original, Mejor actor, Mejor actor de reparto (E. Norton), Mejor actriz de
reparto (E. Stone), Mejor fotografía (E. Lubezki), Mejor edición de sonido,
Mejor mezcla de sonido.
Y este año
coincido con @Anlololo en que Birman debe llevarse la estatuilla a mejor
película y subo la apuesta también a mejor director. Esa banda sonora a batería,
que se justifica, con un par, por el bataca apareciendo por allá por donde pase
el gran Michael Keaton. Y esos planos
secuencia que rememoran al gran cine de calidad, al cine de ensayo, de apréndete más de dos frases y demuestra que eres un buen actor. En definitiva, al cine que nos aleja un poco de
estos montajes videocliperos que tan de moda se han puesto. Ya lo dice, aunque
fino, Iñárritu “Rodar en plano secuencia es como hacer el amor sin condón”. Y
yo, como músico, lo equiparo a grabar un disco con una banda en sesión (en directo), que siempre es más complejo,
pero más auténtico, que hacerlo con el frio del pista a pista.
Que tampoco
he visto Boyhood, es cierto, y espero que tanto bombo no sea solo por
los 12 años (de esclavitud) que se ha pegao el director para finalizarla, que a
priori ya es una buena campaña de márketing, pero no debería ser suficiente para
arrebatarle el Oscar a Birdman o incluso a El Gran Hotel Budapest.
Whiplash
(Damien
Chazelle)
9 nominaciones: Mejor película, Mejor guión adaptado, Mejor
actor de reparto, Mejor montaje, Mejor sonido.
Whiplash refleja de un modo bastante
fiel el mundillo académico de la música moderna. Y que la realidad de este
último pueda dar o no asquete no quita que nos encontremos ante una buena
película que nos narra con un ritmo logrado lo que allí acontece en muchas
ocasiones: rivalidad, exigencia, humillos elevados, depresiones… y, entre alguno bueno (los menos), profesores
que son grandes músicos pero son también unos capullos integrales que nunca
deberían dedicarse a la docencia. Por desgracia el mundo está lleno de
frustrados con talento y JK Simons se encarga de dar vida a uno que los
representa de categoría y de bordar un papelón por el que merece el Oscar a Mejor
actor de reparto (Con permiso de Edward Norton, que ya está que lo roza).
Si bien goza de un buen montaje y, por supuesto, un buen sonido, no da la talla para mejor película y
parte de culpa la tiene quizá el hecho de que acaba siento un poco “peliculera”, valga la redundancia.
No he leído la novela original, pero si allí la
cosa iba de transmitir a base de sangre a chorro y llagas en las manos la angustia de un batería que quiere llegar a ser el puto amo, sin
profundizar en los auténticos sentimientos, pues si, estará bien adaptado, pero
no lo acabo de comprar.
The
Imitation Game (Morten Tyldum)
8 nominaciones: Mejor película, Mejor Director, Mejor actor
principal, Mejor actriz de reparto, Mejor Guión adaptado, Mejor montaje, Mejor
banda sonora, Mejor dirección artística.
Antes de ver ninguna de las películas que aquí nos
ocupa. Antes de su estreno incluso, tenía una de esas intuiciones que se tienen
de vez en cuando. ¡Benedict Cumberbatch ganará el Oscar al mejor actor con esta
peli! Pues bien, nominado está, pero el Globo de Oro a Eddie Redmayne y el gran
papel de Michael Keaton (que ojalá lo gane), parece que
desmontarán mi teoría. Como no me basaba en nada, ahora puedo decir que, tras
ver la actuación, pues está bien (no he tenido la suerte de verla en V.O., por desgracia), pero el problema es que el personaje tampoco
es para tirar cohetes, quizá si lo hubiera escrito Woody Allen estaríamos
hablando de otra cosa, pero aquí acaba por recordarme al papel de Rusell
Crowe en Una Mente Maravillosa pero con menos pátina. La película en si es entretenida, y la
historia, basada en hechos reales, muy interesante. Además han logrado que odie
un poco menos a Keira Knightley que no es poca cosa.
Interstellar
(Christopher
Nolan)
5 nominaciones: Mejor banda sonora, Mejor dirección artística,
Mejor sonido, Mejores efectos sonoros, Mejores efectos visuales.
Después del bombo que se le dio a Gravity el
año pasado era de esperar que esta película no estuviera nominada a ninguno de
los premios gordos, por más que el guión le de 50 millones de patadas, lo cual
no era difícil (ojo que Cuarón es “mel” y merecía el Oscar).
Podemos analizarla de dos modos. Por un lado, si la
vemos como peli de ciencia ficción fantástica es de lujo. Te la pones, te pegas
casi tres horas de disfrute y arreando. Es como decidí disfrutarla yo al ver
por donde iban los tiros.
Ahora bien, esto es una peli de Nolan, uno no va al
cine a ver otra Star Wars. Se busca algo “real” como él lo suele enfocar. Incluso a Batman le da un toque de realismo (menos en la tercera película, que
casi parece un castillo de fuegos artificiales de despedida de trilogía). Algo
más de su firma, esos juegos mentales que ha tratado bastante en su
filmografía, recordemos la maravillosa Memento o incluso Origen.
Y si, hablamos de ciencia ficción “realista”, del
futuro, de permitirnos hacer ciertas predicciones. Pero quizá el tío Nolan ya riza un poco
demasiado el rizo con todas las paradojas espacio temporales, los agujeros
negros y demás movidas, que igual se le quedan como demasiado grandes, y
acaba por hacer aguas al final.
Así que si Gravity, pese a ser un truñazo
para un servidor, al menos gozaba de una esencia que se respetaba a lo largo del film (esta es:
aquí solo importa lo visual y lo sensorial, si es que ver a Sandra Bullock
flotando por el espacio con un extintor tiene algo de eso… y dan igual las incoherencias
de guión o lo inverosímil de la historia) en Interstellar parece que se
acaba faltando un poco al respeto a esa esencia y es una lástima.
No queda más que decir (con voz del doblador de Robert de Niro): Christopher,
es hora de que redirijas tu carrera o puedes acabar lamentándolo chico.
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